Interés general

“La industria de cruceros protege al medio ambiente más de lo que le exigen las normas”

Así lo aseguró Antonio Toledo, capitán de la compañía naviera de cruceros de lujo Azamara Club Cruises. "Somos conscientes de que debemos reducir al máximo ese impacto y nos interesa proteger el medio ambiente porque es el único que tenemos", dijo en una entrevista.

Por Nino Ramella

Azamara Club Cruises es una compañía naviera de cruceros de lujo que cuenta con barcos de mediano tamaño -menos de 700 pasajeros- que recorre los mares del mundo.

Ser el responsable de conducir una de estas máquinas a buen puerto y gobernar a la comunidad que transporta -pasajeros y una tripulación de cerca de 400 personas de más de 30 nacionalidades- no es tarea para improvisados.

Antonio F. Toledo es el capitán del Azamara Pursuit. Nacido en Melilla es uno de los pocos españoles en haber alcanzado tal jerarquía en las compañías navieras dedicadas a la actividad de los cruceros.

Luego de haber hecho temporada en el sur, donde Argentina fue un destino particularmente apreciado, el Azamara Pursuit comienza su derrotero hacia el hemisferio norte para dedicarse por varios meses a las rutas del Mediterráneo y del Báltico.

Habiendo dejado atrás la ciudad de San Salvador de Bahía en Brasil para comenzar el cruce del Atlántico, Toledo se presta a la entrevista desde el puente de mando de su barco.

-Usted tiene una larga trayectoria navegando. ¿Cómo surgió en usted esa vocación?

-Hombre…muy fácil. Yo gané el título gracias a una rifa que hubo en una feria (risas). Hablando en serio ya son muchos años en esta industria. Es puramente vocacional. Siempre quise hacer esto. No tengo idea de porqué. No hay esta tradición en mi familia. Pero aunque viví muy poco tiempo allí nací en Melilla, que es una ciudad española en el norte de Africa y para salir de allí hacia la Península pues había que hacerlo en barco. Y aunque tenía apenas cinco años me escapaba de mis padres y me perdía en el barco. Y lo pasaba muy bien. Me encantaba. Íbamos también mucho al puerto. Quizá venga de por ahí mi vocación.

-¿Por qué siendo España un país de una tradición marinera histórica hay tan pocos españoles en su posición?

-Sí son pocos. No conozco a ninguno. Algunos oficiales hay en la actualidad. La pregunta es complicada de responder. No lo sé. Y sin meterme en cuestiones políticas, mi opinión personal es que España le ha dado la espalda al mar. No vamos a entrar a indagar los motivos. Luego…un amigo decía que una de las definiciones de español es una persona que pasa su vida intentando aprender inglés. No sé si será verdad…pero lo cierto es que nuestra lengua de trabajo es el inglés. Usted me hace una pregunta muy interesante, pero dejo mi respuesta ahí con estas dos pequeñas ideas.

-¿Cuál es el principal reto que enfrenta el capitán de un barco que es responsable de mil almas, como en este caso?

-Cinco, diez…mil…una sola alma es importante. La responsabilidad es una constante del día a día, de manera que no molesta. Simplemente está ahí. En el manejo de un aparato de estos el capitán se encarga de muchas cosas no sólo de la navegación. Quizá lo más complicado es el factor humano, sobre lodo con la tripulación. En este barco somos 400 y debemos pasar mucho tiempo separado de nuestro hogar, de nuestras familias, de nuestros países. Y aunque tengo una tripulación excepcional, estupenda y no nos da problemas, lo más difícil es eso…lidiar con los momentos duros de la tripulación.

Entrevista al capitán a bordo del crucero.

 

-¿Qué consideración tienen los barcos de la industria de cruceros para con el medio ambiente?

-El tema medio ambiente es un tema importantísimo para nosotros. En general las compañías de cruceros seguimos las normas internacionales de protección del medio ambiente mucho más allá de lo que dicen las reglas. Tenemos procedimientos y protocolos mucho más estrictos que lo que dictan las normas. Somos conscientes de que debemos reducir al máximo ese impacto y nos interesa proteger el medio ambiente porque es el único que tenemos.

Yo creo que la industria de cruceros es una de las más verdes, lógicamente que dentro de las posibilidades que el mundo nos ofrece. Seguimos quemando combustibles. Intentamos optimizar todo lo que hacemos, pero hay muchas cosas que no es que no queramos sino que no se pueden resolver, hasta que las nuevas tecnologías nos lo permitan, pero sí somos muy estrictos.

-Usted bajó en Buenos Aires para comenzar sus vacaciones…

-Bajé en Buenos Aires y volví a Buenos Aires. Cuando estoy de vacaciones me reemplaza otro capitán y para esa rotación siempre pensamos concretarlas en ciudades importantes. Buenos Aires lo es y tiene un buen aeropuerto con conexiones a todas partes. El compañero que me reemplaza tiene que venir de Finlandia y yo me vuelvo a España. Pero además Buenos Aires es una ciudad espectacular. Yo llevo muchos años visitándola. Cierto que es muy grande y moverte por ahí lleva su tiempo, pero entre el asado y la gente no puede menos que considerarse una ciudad maravillosa. El único problema es que el Río de la Plata es muy largo y para navegar el canal hay que organizarse técnicamente muy bien.

 

-Además hay que convencer a los pasajeros de que no se trata del mar sino de un río…

-Sí, efectivamente es que parece un mar y pueden levantarse olas que son de mar. Es la dificultad de ese destino. Pero por lo demás tiene una gente espectacular, con la que nos sentimos primos hermanos.

-Si tuviera que entusiasmar a alguien para que haga su primer crucero, ¿qué argumentos usaría?

-Está mal que yo lo diga, pero es una forma excelente de viajar. Para empezar conoces muchos lugares sin deshacer la maleta. Cuando te transportas a esos diferentes lugares se disfrutan de muchas otras cosas. El viaje en sí ya es un disfrute. Si quisiéramos hacer un tour por Argentina y tenemos que ir tomando aviones, trasladarte a un hotel, acarrear maletas…todo eso es un incordio. Aquí se deshace la maleta una sola vez.

Ahora vamos hacia Europa. Cada milla es disfrutable y yo invito a nuestros huéspedes a que se den ese placer. En un crucero se viaja a muchos sitios que de otra manera no irías. Además de todas esas ventajas en un crucero se hacen amigos.

Dejamos a Antonio Toledo en el puente de mando, ese lugar en el que a cada minuto se toman decisiones que involucran a centenares de pasajeros cuya preocupación no va más allá de aprovechar todos los placeres que les ofrece el barco. Total, hay un señor que debe velar para que todo salga bien: el capitán.

 

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